
Death Stranding 2: On The Beach – Análisis (Reseña)
29 de junio de 2025Es difícil expresar con palabras lo que sentí tras completar mi aventura en Death Stranding 2: On The Beach. Fueron incontables horas de caminata, sudor, tensión, contemplación y lágrimas. Si el primer juego ya había dejado una profunda huella en mi memoria, la secuela logró algo aún más excepcional: expandir el mundo sin traicionar sus raíces, refinar la experiencia sin diluirla y conmover sin tener que repetir el impacto del nuevo. Con esto, Hideo Kojima nos entrega una de las obras más audaces, sensibles y autorales de esta generación, y también una de las más exigentes.
Prepárense, porque aquí comienza el análisis de un partido que no sólo se juega… se vive.
Mecánica y jugabilidad
Desde el primer minuto, me di cuenta de que Death Stranding 2 estaba dispuesto a hacerme reaprender a caminar. Literalmente. La base de la jugabilidad sigue siendo la misma: asumes el papel de Sam Bridges, un repartidor en un mundo devastado, y debes transportar carga entre puntos distantes para conectar lo que queda de la humanidad. Pero te equivocarías si pensaras que esto es solo una repetición del primer juego. Las entregas siguen siendo el corazón de la jugabilidad, sí, pero el sistema se ha ampliado por completo con nuevos vehículos, dispositivos y estructuras que marcan la diferencia.
Los nuevos exoesqueletos cuentan con habilidades especializadas, como mayor resistencia al agua o la capacidad de saltar obstáculos, y han sido indispensables en diversas ocasiones. Grúas portátiles, drones, kits de estabilización de carga y vehículos retráctiles han ampliado significativamente la profundidad táctica del juego. Ahora es posible planificar rutas de forma mucho más estratégica, teniendo en cuenta el clima, la altitud, el desgaste del equipo e incluso la presencia de enemigos.
La red quiral, a su vez, adquiere una nueva narrativa y función mecánica con la introducción de la nave DHV Magellan, que sirve como cuartel general móvil. Fue aquí donde descubrí uno de los mayores avances de diseño de la serie: la posibilidad de usar viajes rápidos entre ubicaciones ya conectadas a la red, algo que facilitó enormemente el retroceso sin comprometer la sensación de viaje.
Otro punto a destacar es la mejora de las misiones secundarias, que no son meras recompensas opcionales, muchas de ellas ofrecen historias cortas, fragmentadas en archivos o escenas opcionales que amplían el lore y profundizan la experiencia.
Si tuviera que señalar un problema, es que incluso con todas estas mejoras, todavía hay momentos de repetición. La estructura fundamental de cargar, caminar y entregar persiste, y puede ser agotador. Pero, sinceramente, era un cansancio bueno, meditativo, casi terapéutico.
Gráficos
Visualmente, Death Stranding 2 es, sin exagerar, una de las experiencias gráficas más impresionantes de la generación. El juego está basado en el motor Decima, que ya brilló en el pasado, pero ahora demuestra de qué es capaz en PlayStation 5 (por fin, en 2025, la PS5 recibió un juego que realmente justifica la existencia de la consola… ¡Despertemos a la vida, SONY, hola!).
Australia y México, las nuevas ubicaciones principales, no solo diversifican el bioma del juego, sino que también ofrecen un espectáculo de paisajes naturales, efectos climáticos e iluminación. Hay una increíble atención al detalle: el viento que mueve suavemente la vegetación, el polvo que se acumula en las estructuras abandonadas, la textura realista del agua, el reflejo de la luz en la lluvia quiral… Todo derrocha excelencia artística.
Las expresiones faciales son un espectáculo en sí mismas. Norman Reedus, Léa Seydoux y el resto del elenco ofrecen actuaciones tan realistas que, por momentos, da la sensación de estar viendo una película de alta producción. La representación de los ojos, las pequeñas expresiones faciales, las lágrimas silenciosas que caen… hay una humanidad que va mucho más allá de la captura de movimiento tradicional.
Incluso sin trazado de rayos en tiempo real, la ambientación está tan bien dirigida que su ausencia pasa desapercibida. El diseño artístico abraza lo surrealista y lo grotesco de una forma única. Las criaturas quiralizadas, los robots humanoides y los BT muestran un nivel de imaginación visual rara vez visto en la industria.
Sonido
Si la vista es un deleite, el oído no es la excepción. La banda sonora de Death Stranding 2 es sublime, emotiva y perfectamente equilibrada. Cuidadosamente seleccionada, la selección musical combina momentos contemplativos con temas épicos que aumentan la tensión durante el combate y las peleas contra jefes.
Woodkid lidera la dirección musical con maestría, ofreciendo temas que se quedaron grabados en mi memoria mucho después de apagar la consola. Ya sea en momentos introspectivos o en pasajes cinematográficos, la música siempre llega en el momento justo, con la carga emocional exacta. La canción que suena durante el cruce final fue, para mí, uno de los momentos culminantes de la experiencia.
Los efectos de sonido también son un caso especial. La sensación del peso de la carga, el sonido apagado de los pasos en la nieve, el rugido de los BT, el ruido metálico de los exoesqueletos, los ecos del desierto australiano, la respiración agitada de Sam… todo contribuye a una inmersión casi táctil.
El doblaje al inglés es impecable, y el juego también cuenta con subtítulos en portugués muy bien localizados. La interpretación de los actores es tan cinematográfica que no tuve ninguna duda: este es el trabajo de voz y sonido más refinado que he visto en un juego hasta la fecha.
Divertido
La diversión en Death Stranding 2 no es la misma que en un juego de acción trepidante. Aquí, surge de la implicación emocional, de la inmersión, de superar obstáculos. Es la recompensa por construir un puente sobre un valle infranqueable, el alivio de llegar a tu destino sano y salvo con tu cargamento intacto tras cuarenta minutos atravesando una tormenta de arena, el vínculo que se crea entre tú y los demás jugadores de forma silenciosa y colaborativa.
El sistema social sigue siendo brillante: poder usar los edificios que otros jugadores dejan o ver cómo los tuyos ayudan a alguien es sumamente gratificante. Más que un «me gusta», es un recordatorio de que hay alguien al otro lado, y de eso se trata precisamente el juego.
El combate ha mejorado enormemente. Las armas tienen mayor impacto, los BT tienen patrones de ataque más inteligentes y los jefes, aunque no siempre presentan un desafío mecánico, son visualmente impactantes y tienen una gran carga emocional.
Pero lo más divertido fue lo emotivo. No recuerdo la última vez que un juego me hizo reflexionar sobre el duelo, el propósito, el legado y la conexión como este.
Rendimiento y optimización
Jugué a Death Stranding 2 en una PlayStation 5 estándar (una preciosa edición limitada de Spider-Man 2 en negro y rojo) y, a veces, en la versión optimizada para PS5 Pro. El resultado fue prácticamente impecable. En el modo de calidad (con mayor resolución y densidad gráfica), el juego mantuvo sus 30 fotogramas por segundo con gráficos impresionantes.
En el modo de rendimiento, el título funcionó con una fluidez sedosa de sesenta cuadros por segundo, incluso durante escenas con muchos efectos de partículas, tormentas o combates intensos.
A lo largo de mi campaña, no encontré ningún error grave. No hubo cuelgues, bloqueos ni problemas de renderizado importantes. En algunas partes, vi vehículos atascados en rocas o pendientes pronunciadas, pero el juego ofrece soluciones, como comandos de salto para el coche o drones de rescate. Es el tipo de perfeccionamiento técnico que la industria debería estudiar y seguir.
Los tiempos de carga son mínimos y el uso inteligente del SSD de la PS5 hace que la navegación entre áreas sea extremadamente fluida.
Conclusión
Death Stranding 2: On The Beach es una obra que habla directamente al jugador sobre la pérdida, la reconciliación, la esperanza y la conexión. Es audaz, extraña, poética, incómoda y, sobre todo, necesaria. Puede que no guste a todos, y eso está bien. Las grandes obras no tienen por qué ser universales; deben ser auténticas.
Incluso con la repetición intrínseca de sus mecánicas y algún que otro momento donde la excesiva exposición narrativa pesa demasiado, la experiencia en su conjunto es inolvidable. Kojima no solo entregó una secuela a la altura de su creación original, sino que la trascendió. Y lo más hermoso es que, incluso cuando nos perdemos entre entregas y tormentas, aún hay belleza en el camino.
Death Stranding 2: On The Beach me brindó una de las experiencias más memorables que he tenido con un videojuego. Kojima, una vez más, desafía lo que entendemos por «jugar» y presenta un auténtico manifiesto sobre el poder de mantenerse conectado, incluso en un mundo en ruinas.
Para quienes se permiten sumergirse en este mundo con el corazón abierto, Death Stranding 2 es un viaje que deja huella en el alma. Y uno que, sin duda, merece ser vivido.
Puntos positivos:
- Narrativa profunda, madura y emocionalmente poderosa.
- Gráficos impresionantes y dirección de arte espectacular.
- Banda sonora y efectos de sonido de primera categoría.
- Jugabilidad ampliada con nuevos gadgets, vehículos y sistemas de progresión.
- Brillante e inmersivo sistema colaborativo online.
- Combates más dinámicos y atractivos.
- DHV Magalhães y la red quiral aportan nuevos horizontes a la exploración.
- Impecable estabilidad técnica en PS5.
Puntos negativos:
- La estructura de entrega puede resultar repetitiva para algunos.
- Algunas batallas contra jefes todavía son mecánicamente simples.
- Exposición narrativa excesiva en algunos diálogos.
Calificación:
Gráficos: 10.0
Diversión: 10.0
Jugabilidad: 10.0
Sonido: 10.0
Rendimiento y optimización: 9.9
CALIFICACIÓN FINAL: 9.98 / 10.0
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